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En los últimos años la literatura sobre el management y, en general, las tematizaciones teóricas de la empresa y los diversos aspectos que la circundan han proliferado hasta un limite peligroso. Y es que, el creciente protagonismo que ha adquirido la empresa en todos y cada uno de los ámbitos de la vida social tiene como consecuencia lógica la producción acelerada de bibliografía crítica, aunque no es menos real el peligro de que esta producción literaria responda a una moda pasajera como cualquier otra.

En efecto, el interés de la empresa contemporánea en cuestiones de ética y humanismo se ha prestado tanto a investigaciones serias y profundas como a la charlatanería y los recetarios de ocasión. Los textos que prometen fórmulas mágicas para resolver las cuestiones éticas y humanas de la empresa contrastan con las investigaciones que abordan estos tópicos desde una disciplina humanista, social y/o científica determinada; quizá de un modo menos “atractivo” pero, sin lugar a dudas, mucho más sólido y consistente.

Nadie dudará que uno de los temas que han dado para mayor bibliografía en las dos direcciones mencionadas es, precisamente: la motivación. En torno a esta cuestión, la bibliografía es vastísima y con planteamientos de la más diversa profundidad, fundamentación y alcance. Esta situación ha propiciado que en la actualidad el aparato conceptual y la terminología relacionados con este tópico estén plagados de equívocos y ambigüedades. El mismo término “motivación” parece significar para algunos casi lo mismo que “manipulación”, mientras que otros autores aproximan más su significado al de “persuasión”. De igual forma, mientras que numerosos tratados sobre el tema tienden a enfatizar los aspectos emotivos y volitivos de esta realidad antropológica, algunos otros se muestran mucho más atentos y preocupados por la dimensión intelectual implicada en ella.

Ante tal multiplicidad de enfoques y respuestas, nos parece lógico asumir que un estudio de la motivación será relevante, sólido y adecuado cuando sea capaz, primero, de definir y sustentar un concepto claro y preciso acerca de lo que es la “motivación”. Esto mismo supone de antemano la ubicación de esta realidad humana dentro de una concepción antropológica más amplia. Es decir: un concepto claro de lo que sea la motivación en la empresa sólo es posible si se han ubicado, con anticipación, a la empresa como realidad social y humana, y a la propia motivación como un tópico específico de la praxis humana.

En este sentido, los estudios en donde Don Carlos Llano aborda el tema que nos ocupa son de una solidez admirable. El pensamiento de Carlos Llano en torno a la empresa y el management está inscrito dentro de un marco teórico amplio y desarrollado que comprende, incluso, una concepción metafísica generosamente trabajada por el autor. No está de más repetir la acertada observación de Arturo Picos quien, desde una visión panorámica de la obra de Carlos Llano, ha encontrado que el pensamiento del autor puede organizarse gráficamente de acuerdo con el esquema de círculos concéntricos, en donde el círculo central está formado por la Teoría del Management, pasando al siguiente círculo formado por la Teoría general de la acción,  continuando con el tercer círculo formado por la Antropología y llegando al cuarto y último círculo de la Metafísica.

Nos parece pertinente que deberemos de rastrear los elementos antropológicos que nos permitan perfilar un conocimiento adecuado de los que es la motivación en general y su concreción dentro del terreno de la dirección de empresas.

Notas del libro: Carlos Llano en resumen del Dr. Nahum de la Vega M.